Cuento de Navidad

La gripe de Papá Noel


Se acercaba el día de Navidad y Papá Noel estaba muy nervioso. Ya estaban cargados los primeros sacos en el trineo pero todavía quedaba mucho por hacer.
- Vamos duendecillos, que falta poco- dijo Papá Noel.
- Es que faltan muchos duendes porque tienen gripe y nadie puede cuidarlos porque estamos muy atareados- dijo un duende.
- Pues yo lo haré- dijo Papá Noel.
Fue a verlos, eran más de treinta los enfermos. Durante dos días los cuidó, les dio sopas, zumos y medicinas.
-Gracias Papá Noel, nos hemos curado gracias a tí- dijo un duende.
 - De nada, y ahora todos a trabajar, ¡achús, achús, achuuuús!
 -¡Oh no, Papá Noel está enfermo! ¿Qué vamos a hacer?-dijo un duede.
Rodolfo el reno respondió diciendo que cuidarían de él y trabajarían para que todo estuviera listo. Pero llegó el momento se subir al trineo, y Papá Noel tenía mucha fiebre, así que Rodolfo tomó las riendas de la situación.
-Llevo años haciendo esto pero necesito que tres duendes vengan conmigo para repartir los regalos- dijo Rodolfo.
Los duendecillos hicieron un trabajo fantástico y ese año nadie se dio cuenta de que Papá Noel no había estado.
Si alguna Navidad descubres que no es Papá Noel quien deja un regalo en Nochebuena no te preocupes. Puede ser que esté enfermo y haya enviado a alguien a hacer su trabajo. Porque la Navidad no sería igual si no hubiera gente dispuesta a ayudar a los demás.






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